Este establecimiento está construído sobre una casa rehabilitada que data de comienzos del siglo pasado y que fue el lugar en donde se ubicaba la primera oficina de teléfonos municipal; posteriormente se instaló un taller de artesanos latoneros que se dedicaron a la elaboración de faroles y candiles.
En la actualidad funciona como un albergue de peregrinos compuesto por una habitación privada con baño privado dentro de la habitación, que puede ser usada de modo individual o doble y de tres cuartos con literas, para grupos o familias, para cuatro personas.